La santificación es un acto de Dios efectuado por Su Palabra y el Espíritu, por medio del cual "el viejo hombre” (la condición corrupta del hombre) es erradicada completamente por la sangre de Jesucristo. El creyente santificado está libre de la ley del pecado y la muerte. En el acto de la justificación, el pecador es perdonado de sus transgresiones personales; mientras que en el acto de la santificación, la raíz de la contaminación del pecado la cual hace que el hombre peque, es eliminada completamente.
Comparaciones adicionales entre la justificación y la santificación serían de provecho para la comprensión de la santificación como la segunda obra definida de la gracia de Dios. La justificación, quita la culpa de los pecados cometidos; mientras que la santificación elimina la causa del pecado (la condición corrupta del hombre). La justificación toma lugar en el tribunal de Dios-Dios declara que el pecador es justo; mientras que la santificación toma lugar en la parte interior del hombre-Dios santifica el hombre por medio de la sangre que Jesucristo derramó, a través de Su Espíritu. Aunque la justificación y la santificación son experiencias definidas y las cuales pueden ser consumadas de una vez por todas, el hombre santificado tiene que estar "listo para perfeccionar la santificación en el temor del Señor".
La santificación es una experiencia crucial subsiguiente a la salvación del pecador. La experiencia de la santificación es efectuada en un momento definido de tiempo, y no de manera progresiva. No obstante, el hombre santificado tiene que cultivar su experiencia y controlar los impulsos de la carne. A. J. Tomlinson declaró:
"Cuando uno es purificado y la mente carnal es extirpada, entonces la persona está lista para perfeccionar la santidad en el temor de Dios. Esta pureza de corazón tiene que ser retenida a menos que ésta sea cultivada Y usada".
La santidad es una de las enseñanzas de la Iglesia, la cual "se refiere a una condición o forma de vida". El escritor de Hebreos, proclama": "Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie vera al Señor,” (Hebreos 12:14) La palabra "santidad" es traducida de la terminología griega hagiasmos. Hagiasmos es definida como santificación, pureza esencial".
Cuando la Iglesia de Dios declara que la santidad es una de sus enseñanzas, la Iglesia está sencillamente implicando que sus miembros son animados a vivir una vida de santidad; una vida que es caracterizada por la "pureza de corazón", libertad del pecado, el estado de ser santo o dedicado y consagrado a la voluntad de Dios. Una santidad que solamente puede venir de un acto de Dios a través del ministerio de la Palabra y del Espíritu. Santidad, la cual no es nada mas ni nada menos que pureza de corazón y vida, es hecha posible a traves de la experiencia de la santificación.
Nota: Estos es la palabra exacta en griego que se encuentra en las escrituras originales. Las dos palabras se escriben casi idéntico pero con diferentes significados.
ἁγιωσύνη,n \{hag-ee-o-soo'-nay} (Hgiasmos) 1) majestad, santidad 2) pureza de la moral
aJgiwsuvnh , hJ , ( a{gio" ) santidad, cosa santa, N.T. Rom. 1:4, II Corintios 7:1 y 1 Tesa. 3:13
aJgiasmov" , ou`, oJ , consagracion, santificacion, N.T 1 Cor. 1:30, 1 Tesa. 4:3-4, 2 Tesa. 2:13
¿QUE ES SANTIFICACION?
La santificación es la experiencia que limpia o purifica el corazón del pecado innato. Esta es una experiencia definida (precisa, concreta, terminante). Esta es clasificada como la SEGUNDA OBRA DEFINIDA DE LA GRACIA.
"Por el cual también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios." (Romanos 5:2)
"Mas de él sois vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, y justificación, y redención." (1 Corintios 1:30)
"Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación: que os apartéis de fornicación; "Que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en santificación y honor." (1 Tesalonicenses 4:3,4)
"Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo por su propia sangre, padeció fuera de la puerta. "Salgamos pues a él fuera del real, llevando su vituperio." (Hebreos 13:12, 13)
"Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad." (1 Juan 1:9)
Los versos bíblicos mencionados arriba comprueban que: Nosotros tenemos acceso a esta gracia después que somos justificados.
Nuestra santificación está de acuerdo con la voluntad de Dios.
Jesús padeció fuera del real (puerta) para santificar Su pueblo con Su propia sangre.
Debemos allegarnos a El para recibir esta experiencia.
¿POR QUE LA SANTIFICACION ES NECESARIA?
La santificación es necesaria porque aun después de ser justificados, la mente carnal continúa presente en nosotros. Aquéllos quienes tienen mentes carnales no pueden obedecer la Biblia cabalmente.
" ... la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede. Así que, los que están en la carne no pueden agradar a Dios.'' (Romanos 8:7, 8)
Cuando nos referimos a la mente carnal estamos aludiendo a la naturaleza adámica. La Biblia también la llama ''el viejo hombre" y la "carne," cuyo significado es el hombre natural o mente carnal.
La Biblia confirma que el "hombre viejo" puede ser "extirpado" (despojado, erradicado l y "crucificado."
" ... habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, Y revestídoos del nuevo, el cual por el conocimiento es renovado conforme a la imagen del que lo crió." (Colosenses 3:9, 10)
"Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre juntamente fue crucificado con él, para que el cuerpo del pecado sea deshecho, a fin de que no sirvamos más al pecado. "Porque el que es muerto, justificado es del pecado." (Romanos 6:6, 7)
"Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, mas vive Cristo en mí: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó á si mismo por mí." (Gálatas 2:20)
Los siguientes versos muestran que las personas fueron santificadas, comprobando así que ésta es una experiencia definida. "En la cual voluntad somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una sola vez." (Hebreos 10:10)
"A la iglesia de Dios que está en Corinto, santificados en Cristo Jesús ... " (1 Corintios 1:2)
"Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, á los llamados, santificados en Dios Padre, y conservados en Jesucristo." (Judas 1:1)
¿QUE ES SANTIDAD?
Santidad es limpieza (pureza) de corazón y vida, libertad del pecado, el estado de cualquier cosa consagrada o santificada para Dios y Su causa.
"Que sin temor librados de nuestros enemigos, Le serviríamos, En santidad)' en justicia delante de él, todos los días nuestros." (Lucas 1:74, 75)
"Porque no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación." (1 Tesalonicenses 4:7)
"Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor." (Hebreos 12:14)
Dios nos conferiría liberación del pecado a través de Jesucristo, lo cual nos capacitaría para vivir en santidad y sin temor todos los días de nuestra existencia natural.
Dios nos ha llamado a vivir en santidad: por consiguiente, ésta es una vocación que se debe practicar diariamente. Dios nos ha ordenado a seguir la santidad, "sin la cual nadie verá al Señor.''
"Yo pues, preso en el Sei1or, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que sois llamados." (Efesios 4: 1)
''Y vestir el nuevo hombre que es criado conforme a Dios en justicia y en santidad de verdad." (Efesios 4:24)
"Sino como aquel que os ha llamado es santo, sed también vosotros santos en toda conversación: "Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo." (1 Pedro 1:15, 16)
LA IGLESIA DE DIOS, EL CUERPO DE CRISTO, DEBE POSEER SANTIDAD SIEMPRE
"Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor." (Efesios 1:4)
" ... sino que fuese santa y sin mancha." (Efesios 5:27)
"Así que, amados, pues tenemos tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de carne y de espíritu, perfeccionando la santificación en temor de Dios." (2 Corintios 7:1)
"Tus testimonios son muy firmes: La santidad conviene a tu casa, Oh Jehová, por los siglos y para siempre." (Salmo 93:5)
Pastor:. Orlando Monroy
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